Con un relativo bajo presupuesto, diría que es una de las películas de
zombis más realistas que he visto hasta la fecha. Generalmente, la
mayoría de las películas del género, nos tienen acostumbrados a
historias con personajes poco creíbles, que se dedican a hacer mil y
una hazañas, enfrentándose allá por donde pasan con interminables
hordas de muertos vivientes, disparando, golpeando, mutilando,
atropellandolos, y un largo etcétera. En esta película, el protagonista
tiene una reacción mucho más lógica, mucho más creíble, mucho más
humana: tiene miedo. Así que se mantiene a salvo escondido. Es decir, se
siente como seguramente cualquiera de nosotros se sentiría en su
situación, y se comporta como posiblemente muchos de nosotros lo
haríamos. Y creo que ese es precisamente uno de los mayores aciertos de
este film, y el motivo por el cual me ha esultado tan terrorífica y
atrayente al mismo tiempo.
Una joya del cine francés que recomiendo a todos los amantes del género.
Una joya del cine francés que recomiendo a todos los amantes del género.
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